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De necesidades, búsqueda y satisfacción: Una experiencia del CUD Start Your Business 3

“Cómo de pronto una persona con grados universitarios, profesional, experiencia de sobra y estabilidad laboral decide salir de la zona de comodidad para explorar sin garantías lo que hay fuera de los límites que esta supone”. Dra. Zulmarie Rivera para la Redacción del Centro de Asistencia Empresarial

Si llegaste a esta publicación relájate, yo invito la lectura: hablemos de necesidades, búsqueda y satisfacción.


Dame la oportunidad de comenzar por el inicio


Hace unos días estaba repasando la filosofía organizacional que desarrollé para una marca de "coffee shop" muy reconocida en Puerto Rico, y, mira qué cosa, me dio por reflexionar sobre el proceso de transformación en el que he estado sumergida ya hace un año, y, a la misma vez, en cómo otros a nuestro alrededor nos sirven de espejo para constatar si esa transformación va o no por el camino correcto o, por el que al menos, más nos satisface.


Algunos detalles para poner esta publicación en contexto


Aunque académicamente me formé en la disciplina de la psicología industrial organizacional (PIO), alcanzando la mayor distinción académica a nivel graduado, nunca pensé ejercer la profesión con formalidad como les ocurre a muchos. ¿A qué no? En mi caso, por una razón específica. Ocurre que soy la típica estudiante que no fue debidamente orientada para hacer una elección de carrera adecuada, por lo que mis expectativas de ejercer la PIO eran muy bajas. Tanto así que, entrados mis treinta y pico de años (Por si acaso, sigo ahí. ¡Ja, ja, ja, ja!), no sabía qué hacer con tanto estudio.


¿Qué opción tuve en ese momento? Aceptar un puesto como profesora universitaria a tiempo completo. A lo largo de una década, ofrecí una diversidad de cursos en distintas modalidades y de impacto para una gran variedad de profesiones. ¿Era lo que realmente quería seguir haciendo el resto de mi vida? La respuesta es NO.


Curiosamente, el haber tenido una experiencia académica y laboral, que en su mayoría fue enriquecedora y de crecimiento, no parecía ser suficiente para mí.


Así las cosas, poco a poco me fui dando la oportunidad de tener nuevas experiencias en otras áreas laborales cada vez que podía. De esta manera fue cómo me inicié en la formación de adultos en temas de negocios, a escribir con propósito con mayor frecuencia, a publicar y a aportar a la economía del país mediante el apoyo a las pymes. ¿Y sabes qué? Para cuando me di cuenta, todas las piezas habían encajado en el rompecabezas.


Hoy puedo decir con satisfacción que hago un poco de todo lo que disfruto hacer, y sin dejar de aportar a la vida de otros; algo que para mí es primordial. Hasta nuevos proyectos se siguen asomando a mi vista. Veremos que irá sucediendo con ellos y conmigo.


Hasta este punto, ¿qué he aprendido? Que el tiempo sabe lo que hace, que la disposición al cambio es clave y que el aprendizaje nunca es pérdida. Es por esto por lo que abro un paréntesis para exhortarte a que, si en algún momento te has sentido como me sentía yo hasta hace poco, perdido, sin rumbo, sin un plan a futuro, hagas una lista de todo el conocimiento que posees y disfrutas llevar a la práctica. Te aseguro que si te abres a nuevas experiencias algo bueno va a salir de ese inventario que has ido acumulando por años.


Creo que a partir de ahora vas a poder comenzar a atar cabos


Ahora bien, debo ser honesta. Mi caso no es aislado; por Dios, no soy la única en el mundo con “problemas existenciales”. Como profesora de educación empresarial muchas fueron las vivencias como la mía que vi repetirse en varios de los participantes de la tercera edición del CUD Start Your Business del Centro Unido de Detallistas de Puerto Rico; que, por cierto, acaba de culminar con la celebración de una graduación de lujo durante la Semana de las PyMEs 2021.


Cómo de pronto una persona con grados universitarios, profesional, experiencia de sobra y estabilidad laboral decide salir de la zona de comodidad para explorar sin garantías lo que hay fuera de los límites que esta supone. ¿No te lo has preguntado? Yo sí, recuerda que este también era mi caso. Así que, a lo largo de las 14 semanas en las que les impartimos la enseñanza de la educación empresarial a un grupo diverso a cargo del equipazo de Educación PyME, insistí en analizar la cuestión.


Por el momento te puedo adelantar que tengo la sospecha de que todavía hay vacíos que les quedan por llenar a algunos de los participantes. También sospecho que varios de ellos llegaron a la academia cansados del conformismo; que, como sabes, y si no te lo cuento, se suele manifestar en las mujeres en mayor medida que los hombres por tener típicamente un estatus social más bajo en comparación con estos, y, por ende, menos poder, y por su tendencia a conservar la armonía grupal. Pero, por aquello de no extenderme lo suficiente como para aburrirte, déjame compartirte rapidito que una explicación más convincente a mi inquietud se pudiera encontrar o, más bien resumir, en la teoría motivacional del psicólogo humanista Abraham Maslow y su clásica jerarquía de las necesidades humanas.


Fue a través de esta jerarquía, representada por una pirámide, que Maslow propuso que el ser humano presenta dos (2) tipos de necesidades: básicas (fisiológicas, como respirar, comer, dormir, tener sexo y otras; protección y seguridad; amor y pertinencia, como familia, amistad y afecto; estima y autoestima, como reconocimiento y respeto hacia uno mismo) y de crecimiento (realización personal). A grandes rasgos, ¿qué implica esto? Esto lo que implica es que las necesidades fisiológicas se van a encontrar en la base de la pirámide, ya que son las necesidades que el ser humano busca satisfacer con sentido de urgencia para propósitos de sobrevivencia. Es decir, estas necesidades van a dominar en nosotros sobre cualquier otra necesidad que aparezca en la pirámide en un orden superior. Déjame darte un ejemplo sencillo: Cuando tienes un hambre feroz, ¿verdad que se te hace muy difícil concentrarte en algo más que no sea comer? Precisamente, esto es así por lo que te acabo de explicar. Hasta que no satisfagas esta necesidad básica, no vas a poder satisfacer otras de orden superior como las de protección y seguridad, amor y pertinencia, entre otras.


En resumen, y a lo que quería llegar, todos tenemos necesidades que satisfacer a causa de nuestra naturaleza humana; de manera que estoy segura de que, como yo, alguna necesidad buscaban satisfacer todos los participantes en esa academia. En casos más ambiciosos, un balance entre todas las necesidades que bajo esta teoría conforman al ser humano o el alcance de la tan codiciada realización personal.


Cuánto me gustaría que ahora, ya completado para ellos ese proceso de enseñanza-aprendizaje, se dieran la oportunidad de mirar a atrás para que reflexionaran acerca de lo que habría sido de sus vidas y sus proyectos si la oportunidad de incursionar en una academia de grandes beneficios como esta no hubiera llegado a ellos o si la hubieran rechazado por alguna razón de esas que no hacen más que dejar rezagado a quien así se lo permite, solo para que lleguen a sus propias conclusiones.


Qué me falta por decir para que termines de atar los cabos que todavía andan sueltos


Hoy puedo decir que estoy feliz, y estoy segura de que los compañeros del TeamPyME (Lcdo. Rubén Ayala, Melvin Quiñonez, Kídany Munet y Jovaika Tirado), que me acompañaron en esta labor titánica, que se dio en línea, se deben estar sintiendo como yo por las más de 40 personas que se arriesgaron a darle un rumbo distinto a sus vidas hace semanas. Lo que ninguno de ellos sabe es que mientras la mayoría vivía su proceso, yo hacía lo propio. ¿La meta? ¡La misma! Buscar la manera de satisfacer la necesidad que nos hizo coincidir en este proyecto.


A todos los PARTICIPANTES del CUD Start Your Business 3, ¡GRACIAS! Hicieron algo muy valioso por mí sin saberlo; con su ejemplo validaron mi proceso. Este es el punto en el que me pregunto, ¿quién le aportó valor a quién?


Y aunque esta es una publicación especial del blog del Centro de Asistencia Empresarial por motivo del cierre del CUD Start Your Business 3, no quería dejar pasar la oportunidad para convertir a este escrito en un "negopsicoblog" y que el universo recibiera alguna lección por medio de él.


Si te agradaron estas líneas, imagínate cuánto te va a agradar la plataforma del empresario y sus servicios para negocios. ;)

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